Khajuraho

Bueno, os dije que la íbamos a liar por culpa de los billetes baratos de tren, verdad? Pues efectivamente, veinte minutillos esperando en la estación a nuestro tren y tachannn!!! ahí llega, la locomotora, los vagones chachis (vagón ingles), una tripada de vagones más (cuando digo una tripada, es una tripada, no he visto un tren más largo en mi vida) y nuestro vagón..., joder que mala pinta tenía por fuera, claro que por dentro era aún peor. La gente durmiendo por los suelos y en nuestras "literas" tres fulanos durmiendo apilados en cada una de ellas, "eh jefe!!!, que estas literas son nuestras, mira el billete", a lo que uno de ellos contesta con cara de sueño y con los ojos todavía pegados por las legañas, (en indio por supuesto) "hombre no me jodas..." o por lo menos esa impresión nos dio. Nada se bajaron de ellas y allí nos metimos, joder que peste en todo el vagón, la ventanilla rota, (lo único bueno de eso era que había ventilación, lo malo que hacía un frío de la virgen...), unos ronquidos del copón, un segurata paseando por los vagones con un trabuco de los de Curro Jiménez y menos mal que las tropas de mordor nos dejaron tranquilos esa noche, a ver quien tenía huevos de ir al baño...

Ahí nos metimos, debíamos ser los únicos con billete

El tren nos dejo a la mañana siguiente en un pueblo sin mucho interés y de allí cogimos un "bus" hasta Khajuraho, que no quedaba lejos pero la carretera no era mala, era peor. y encima el autobusero se marco una parada de una hora para tomar un refrigerio y de media hora más para hacer una ofrenda a un monje que vivía en un templo al lado de la cuneta, que no era mas que una roca, cuatro palos y una tejavana.

En una de las paradas, pillando avituallamiento, el bus es el que se ve (el blanco, no el carromato de al lado, que os conozco...)

Y por fin, a una media de unos 15 kilómetros hora, Khajuraho!!!. Y una vista alucinante del mayor conjunto de templos hinduistas del país y para nuestro gozo (que más bien estamos caninos...) todos adornados con figuras eróticas.
Para dormir hemos pillado la suite presidencial de una guest house, cinco camas individuales en una habitación gigante  con baño y por un euro al cambio por cabeza (los dueños han decidido que el tamaño de la cabeza no influía en el precio, si no se de uno que no lo hace ni con cinco euros...)
Bueno nada más por hoy, nos hemos cambiado para ir a cenar (menos las camisetas de la apuesta) y mañana os cuento a ver que tal todo por aquí.